viernes, 9 de abril de 2010

El Idiota Latinoamericano

 

Esto de la enfermedad de la idiotez debe ser una pandemia porque observo que hay muchos contagiados y creo que te comen el coco y ya no lo recuperas nunca,

 

EL IDIOTA - SEGUN LA PRENSA DE BUENOS AIRES

 

 

"El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia, la
prédica de la envidia, y su virtud inherente es la distribución igualitaria
de la miseria"

 

 

 Sir Winston Churchill

 

 

IDIOTA NO ES CUALQUIERA, SEÑOR:

 

Se necesita vocación y entrenamiento. Sea cual sea el empaque. Porque hay
varias clases de idiotas: los invisibles y los que encandilan. Los inoloros
y los que apestan. Los insípidos y los que empalagan. Hay idiotas con toga e
idiotas con botas. Hay idiotas de reciente cosecha y los hay añejados. Hay
idiotas por conveniencia y hay idiotas por convicción. Todo idiota, sin
embargo, tiene su equipamiento básico: una serie de rasgos peculiares que lo
definen y lo separan del resto de la especie.

 

El idiota típico, por ejemplo, no distingue colores ni matices. Ve el mundo
en blanco y negro. Alimenta su discurso con dicotomías. Pobres y ricos.

 

Patriotas y lacayos del imperio. Buenos y malos. Capitalismo y socialismo.

 

Bush y el otro. El idiota practica el autoengaño. Cree que maneja a los
demás... y los demás lo usan. Lo ponen, verbigracia, a dar insultos a un
gringo en tierra ajena, mientras el anfitrión voltea su estrabismo para
desentenderse. O algún analfabeto presidente, embutido en un poncho, le
organiza un acto de adulación para vaciarle la bolsa mientras habla.

 

El idiota no sabe lo que dice. Usa la lengua pero no el cerebro. Le rinde
culto a la consigna. Llama a formar 'uno, dos, tres Vietnam ', sin recordar
el sufrimiento que un solo Vietnam le causó al mundo. O grita a todo gañote:
Patria, socialismo o muerte', como opciones alternativas de futuro. Como una
amenaza enarbolada a los cuatro vientos, que deja sin espacio a quienes
creen en la humanidad, la libertad y la vida. El idiota no sabe sacar
cuentas. Se mira en el espejo y grita '¡Somos dos!'.

 

El idiota, en efecto, asocia a su país con tres países pobres y
pequeños..... y cree que el imperio está temblando. Venezuela, Cuba, Bolivia
y Nicaragua se embarcaron en esa aventurilla que es ALBA. Unidos suman unos
50 millones de habitantes. La mitad de los que tiene México. La cuarta parte
de los de Brasil. La sexta parte de la población del imperio. Bush no se ha
dado ni cuenta de que el ALBA respira. El idiota no sabe que los demás lo
ven. Persigue al hombre de su vida (sino existiera Bush lo inventaría) por
toda América Latina, y luego dice que aquél lo anda buscando. Monta un show
de bostezos y de insultos en un pequeño estadio de un barrio bonaerense y
luego va a dormir en el Super lujoso Sheraton hotel. Prédica y conducta por
distintos rumbos.

 

El idiota no tiene identidad política. En Argentina se proclamó hijo de
Bolívar, de San Martín, de Tupac Amaru, del Ché Guevara y de Perón. Cuando
visita Cuba es hijo de Martí. En Nicaragua es hijo de Sandino. En Perú, de
Velasco. En la China, de Mao. Esa mezcla de padres tan disímiles tal vez sea
responsable del desorden ideológico que el pobre idiota carga entre verruga
y ceja.

 

El idiota prefiere lo parejo. Le tiene miedo a la diversidad. Por eso quiere
un partido único donde todos complazcan sus caprichos. Y un pensamiento
único que evite la comezón de la disidencia. Y un líder único y eterno, cuyo
dedo decida el rumbo el país.

 

El idiota no asume responsabilidades. La culpa es siempre de otro. Del
neoliberalismo. Del imperialismo. De la oligarquía. De los medios de
comunicación. De sus ministros, incluso. Es un experto en el arte de lavarse
las manos. El idiota se cree grande porque hay otros idiotas que lo
aplauden. El idiota se cree tigre de acero.

 

El idiota no sabe que el acero también se derrite.

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